3. Las tareas familiares se convierten en rompecabezas.


Si las conversaciones se vuelven repetitivas, con las mismas preguntas o historias repetidas durante varios minutos, el deterioro cognitivo podría ser la causa. A diferencia de los lapsus lingüísticos ocasionales, las personas con demencia temprana no comprenden que acaban de compartir esta información. Este patrón conduce a una clara desconexión, donde cada historia parece discutirse por primera vez, mientras que otros perciben el efecto de la repetición constante.
5. El aislamiento social se está volviendo común
Si alguien que disfruta de las reuniones sociales de repente empieza a evitarlas, algo podría andar mal. La apatía inexplicable o el aislamiento social pueden ser signos de demencia temprana, especialmente en personas que antes eran extrovertidas. Si “Tía Carol”, que antes era el centro de atención en todas las reuniones familiares, ahora prefiere el aislamiento, este cambio de personalidad es preocupante. Leer más: