Si un gato muerde a su dueño, esto es lo que realmente significa…

Los gatos, aunque a primera vista parezcan misteriosos e independientes, poseen un lenguaje corporal y un comportamiento increíblemente ricos. Uno de ellos —y a menudo malinterpretado— es morder a su dueño. ¿Es una señal de agresión? ¿Ha dejado de quererte? ¿O es una señal de que algo anda mal? Esto es lo que podría esconderse tras una mordedura de gato.

1. “Te quiero… ¡pero ya basta!” — una mordedura de cariño (e irritación)

Esta es una de las sorpresas más comunes para los dueños: un gato se acerca para acurrucarse, ronronea, se deja acariciar… ¡y de repente muerde! Este momento se conoce como mordedura por sobreestimulación.

Los gatos tienen la piel muy sensible y, a veces, simplemente demasiado contacto les resulta incómodo. Una mordedura es una forma de decir: “Ya basta, estoy satisfecho”.

Consejo: Presta atención a las señales de advertencia sutiles: un movimiento de cola más rápido, orejas que se mueven nerviosamente, músculos tensos. Estas son señales de que es hora de dejar de acariciar a tu gato.

2. Jugando con el instinto depredador

Un gato puede percibir la mano de su dueño como un blanco móvil, una presa a cazar. Si juegas con tu gato usando las manos en lugar de juguetes, le estás enseñando que está bien morder.

Consejo: Usa juguetes de cuerda, cañas de pescar o peluches, no tus manos. Deja que tu gato satisfaga sus instintos de caza de forma controlada.

3. Trastornos del estado de ánimo o dolor

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