Mi exmarido usó a nuestra hija como utilería en su boda. Me mintió, pero la verdad salió a la luz públicamente.

Después de años de cumpleaños perdidos y promesas vacías, su nombre rara vez era más que un recuerdo en los márgenes de su memoria.

Pero esta vez sonaba diferente: hablaba suave y sinceramente.

Sólo con fines ilustrativos

Dijo que la extrañaba y quería recuperar el tiempo perdido.

Fui cauteloso, pero Lily merecía una oportunidad de ser amada por su padre.

Así que acepté, esperando que fuera el comienzo de algo mejor.

El fin de semana empezó bien.

Leo envió fotos de Lily sonriendo en el carrusel, con helado untado en sus mejillas y con los brazos extendidos hacia el parque.

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