Las manchas de la edad, también llamadas manchas hepáticas o lentigos, son manchas planas, marrones, grises o negras que suelen aparecer en las zonas de la piel expuestas al sol. Suelen aparecer en adultos mayores de 50 años, pero también pueden aparecer en jóvenes que pasan mucho tiempo al aire libre. Estas manchas se forman cuando la piel produce un exceso de melanina, el pigmento responsable del color. Entre los factores que contribuyen a su desarrollo se encuentran la exposición prolongada al sol, el envejecimiento natural y la genética.
Comprender el papel de los minerales en la salud de la piel
Los minerales desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de una piel sana. Participan en diversos procesos biológicos, como la regeneración celular, la protección contra el estrés oxidativo y el mantenimiento de la integridad estructural de la piel. Minerales esenciales como el zinc, el cobre y el selenio son especialmente importantes para la salud de la piel, ya que ayudan a protegerla del daño y a reforzar sus mecanismos naturales de reparación.
¿Qué es el selenio y por qué es importante?
El selenio es un oligoelemento esencial para muchas funciones corporales, como mantener una piel sana. Es un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres, moléculas inestables que pueden provocar envejecimiento prematuro y daño cutáneo. El selenio también refuerza el sistema inmunitario y participa en el metabolismo de la hormona tiroidea.
El vínculo entre la deficiencia de selenio y las manchas de la edad
La deficiencia de selenio puede provocar un mayor estrés oxidativo, un factor importante en la aparición de manchas de la edad. Sin suficiente selenio, la piel es más susceptible a los daños causados por la radiación UV y otros factores ambientales, lo que provoca una sobreproducción de melanina y la formación de manchas de la edad. Garantizar una ingesta adecuada de selenio puede ayudar a mitigar estos riesgos y promover una piel más sana.
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