Aire fresco y luz solar
Una de las primeras cosas que puedes hacer para refrescar las almohadas de tu cama es exponerlas al aire fresco y a la luz solar. Saca los cojines al exterior en un día soleado y déjalos ventilar durante unas horas. La luz solar ayudará a matar las bacterias y los ácaros que pueden crecer en tus almohadas. Asegúrate de darles la vuelta a las almohadas para exponer ambos lados a los rayos del sol.
Bicarbonato de sodio El
bicarbonato de sodio es un excelente remedio natural para eliminar los olores desagradables de las almohadas. Espolvorea una cantidad generosa de bicarbonato de sodio sobre las almohadas y déjalo actuar durante al menos 30 minutos, o mejor aún durante la noche. El bicarbonato de sodio absorberá los olores y hará que las almohadas estén frescas. Después, puedes aspirar el bicarbonato de sodio restante con la ayuda de una aspiradora.
Lavanda
La lavanda es conocida por su delicioso y relajante aroma. Para refrescar las almohadas de tu cama con esta flor, puedes preparar una solución sencilla. Coge una bolsa de algodón y llénala con flores secas de lavanda. Coloca la bolsa entre las almohadas o dentro de la funda de la almohada. La delicada y relajante fragancia de la lavanda ayudará a crear una atmósfera relajante y fragante en tu dormitorio.
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