Estabiliza el azúcar en sangre: Su combinación de fibra y proteína ayuda a ralentizar la absorción de azúcar, evitando picos y caídas de glucosa.
Fortalece los huesos: Aportan calcio, magnesio y fósforo, minerales esenciales para la densidad y fuerza ósea.
Aporta energía: Su contenido nutricional y bajo índice glucémico proveen una liberación de energía estable y duradera.
Protección contra enfermedades crónicas: Los antioxidantes presentes en la chía protegen el cuerpo contra el estrés oxidativo y el envejecimiento celular.
Mejora la salud de la piel: Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 presentes en la chía refuerzan la barrera protectora de la piel, ayudando a mantenerla hidratada y suave.
Cómo incorporarla a tu dieta
Puedes añadir semillas de chía a tus desayunos, como en cereales, yogures o bowls de smoothie, o usarlas en almuerzos, cenas, postres y como topping para granolas caseras. También funcionan como espesante para salsas y dips.