Despertarse con la almohada mojada: lo que tu mente podría estar diciéndote

5. Relación entre la depresión y los cambios en el sueño

La depresión suele afectar tanto la calidad del sueño como la postura al dormir. Las personas con episodios depresivos pueden dormir de maneras que aumentan la probabilidad de babear, como acostarse de lado o boca abajo durante períodos prolongados. Además, los cambios en el apetito, la medicación o la fatiga asociados con la depresión pueden influir en la producción de saliva.

Qué puedes hacer

  • Controle el estrés:  la meditación de atención plena, los ejercicios de respiración profunda o el yoga pueden ayudar a aliviar la tensión nocturna y mejorar la calidad del sueño.

  • Establecer una rutina de sueño:  acostarse y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a controlar los ciclos de sueño y puede minimizar el babeo.

  • Busque asesoramiento:  la psicoterapia o la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden abordar la ansiedad, la depresión o el trauma subyacentes que afectan su sueño.

  • Relájese antes de acostarse:  limite el tiempo frente a la pantalla y realice actividades relajantes, como leer o escuchar música relajante, para reducir la hiperactividad mental.

  • Consulte a un especialista del sueño:  si el babeo es persistente o está acompañado de otros trastornos del sueño, un estudio del sueño puede ayudar a identificar causas psicológicas o fisiológicas.

Conclusión

El babeo matutino frecuente no siempre es solo un problema físico; puede reflejar tu estado mental y emocional. El estrés, la ansiedad, la depresión y la alteración de los patrones de sueño afectan el funcionamiento de tu cuerpo durante el descanso, incluyendo la gestión de la saliva. Prestar atención a estas señales y abordar los factores psicológicos puede mejorar tanto tu salud mental como la calidad de tu sueño, dejándote con una sensación de mayor frescor y equilibrio cada mañana.

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