Mezcla 1 cucharada de maicena con agua y caliéntala a fuego lento hasta que espese.
Añade 1 cucharadita de aceite de coco.
Aplícala en el rostro y deja actuar durante 20 minutos.
Enjuaga con agua tibia.
Resultado: Piel más suave y arrugas reducidas en tan solo unas pocas aplicaciones.
¡Prueba estos tratamientos naturales y transforma tu piel! ¡No tienes que invertir en cremas caras para recuperar una piel radiante y firme! Con estas recetas naturales, puedes incorporar tratamientos antiedad eficaces a tu rutina diaria.
Consejo extra: Para obtener resultados óptimos, combina estos tratamientos con una hidratación adecuada, una dieta rica en antioxidantes y protección solar diaria.
¡Mi abuela es una auténtica fan de este ritual de cuidado de la piel! ¿Te animas a probarlo?
Comparte estos consejos con tus seres queridos y descubre el secreto para una piel radiante.
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