En un tazón grande, combina el azúcar, la harina y la canela. Mezcla bien.
Corta el tomate en trozos pequeños y agrégalo a la mezcla.
En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega el vinagre de vino y una pizca de sal.
Vierte los ingredientes húmedos en la mezcla seca, revolviendo constantemente hasta que esté suave. Transfiera todo a un recipiente apto para horno y hornee durante unos 20-25 minutos en un horno precalentado a 180 °C (350 °F).
Consejos de presentación y almacenamiento:
Este plato sabe mejor tibio, justo después de hornearlo, pero también puede guardarlo en el refrigerador durante unos días. Combina bien con ensaladas ligeras o como acompañamiento de platos un poco más intensos. Tenga en cuenta que la receta es bastante específica, así que es mejor servirlo en porciones más pequeñas para que la experiencia sea más agradable.
Variaciones:
Puede intentar cambiar el vinagre de vino por vinagre de sidra de manzana para obtener un sabor más afrutado.
Si desea una versión más dulce, agregue más azúcar o use miel.
Preguntas frecuentes: