Un puente entre el duelo y la sanación
McNamara, científico de formación, afirma haber soñado con una visita a sus padres tras su fallecimiento. Un sueño tan vívido que puso a prueba su escepticismo. «Incluso siendo una persona racional, tuve la extraña sensación de haberme comunicado con ellos», comenta.
Y no es el único. Un estudio publicado por el American Journal of Hospice and Palliative Care en 2014 revela que estos sueños son frecuentes, intensos y, sobre todo, beneficiosos para el proceso de duelo. Pueden aliviar el dolor, crear una sensación de conexión continua con el difunto y, en ocasiones, fortalecer la fe en la vida después de la muerte.
Señales de un sueño de visita
Pero ¿cómo distinguir un sueño de visita de un sueño común? La psicóloga Jennifer E. Shorter ha identificado cuatro elementos clave:
La persona parece sana, a veces más joven o radiante.
Suele tranquilizar diciendo que está «bien» o «en paz».
El mensaje se percibe como telepático, sin necesidad de usar palabras. La atmósfera del sueño es pacífica, ordenada, a veces casi luminosa.
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