Instrucciones:
Precalentar el horno a 180 °C.
Mezclar las nueces picadas con la canela. Engrasar la bandeja de horno y colocar la primera lámina de masa filo, pincelando cada lámina con mantequilla.
Colocar la mitad de las láminas, espolvorear una capa de frutos secos por encima y colocar la siguiente lámina de masa filo, pincelando cada lámina con mantequilla.
Cortar el baklava en rombos o cuadrados. Hornea durante 30-35 minutos, hasta que esté dorado y crujiente.
Mientras tanto, prepara el almíbar: hierve agua con azúcar, miel y zumo de limón. Deja cocer a fuego lento durante 10 minutos y luego deja enfriar.
Vierte el almíbar frío sobre el baklava caliente y deja que se empape durante unas horas (preferiblemente toda la noche).
Consejos para servir y conservar:
Guarda el baklava en un recipiente hermético hasta 5 días.
Está más rico a temperatura ambiente.
No lo refrigeres, ya que podría perder su textura crujiente.
Variaciones:
Utiliza una mezcla de frutos secos: avellanas, almendras y pistachos. En lugar de agua de rosas, usa extracto de vainilla en el almíbar.
Añade una pizca de cardamomo o ralladura de naranja a los frutos secos.
Preguntas frecuentes: Pregunta: ¿Puedo usar hojaldre ya preparado? Respuesta: No, la masa filo es fina y ligera, lo que le da al baklava su textura característica.
Pregunta: ¿Es necesario empapar el baklava en almíbar? Respuesta: Sí, el jarabe le aporta su dulzor y jugosidad característicos.
Pregunta: ¿Se puede preparar una versión sin azúcar? Respuesta: Sí, se puede usar jarabe de dátiles o xilitol, aunque el sabor será ligeramente diferente.