300 g de picatostes (de trigo sarraceno o normales)
200 g de tocino o tocino ahumado
1 queso Reblochon (unos 450 g)
1 cebolla mediana
150 ml de crema fresca espesa
100 ml de vino blanco seco (Apremont o Chignin)
1 cucharada de mantequilla
Sal, pimienta, nuez moscada
Preparación
Para preparar los crutones: Cocine los crutones en una olla grande con agua hirviendo y salada durante 15 minutos. Escúrralos y resérvelos.
Para preparar el relleno: Derrita la mantequilla en una sartén y sofría la cebolla picada hasta que esté transparente. Añada el tocino y cocine durante unos minutos hasta que esté dorado.
Desglasar: Verter el vino blanco y reducir a la mitad. Añadir la nata, una pizca de pimienta y una pizca de nuez moscada. Mezclar bien.
Para preparar el guiso: Precaliente el horno a 200 °C. En una cazuela grande o en cazuelas individuales, combine la mezcla de crutones y tocino.
Añade el reblochon: Corta el reblochon en rodajas y colócalas encima, luego retira la piel.
Horneado: Hornear durante 15–20 minutos, hasta que el queso se derrita y esté dorado.
Sírvalo caliente: Para equilibrar la comida, sírvalo con una ensalada verde.
Consejos para preparar la cazuela perfecta
No hornees demasiado las croquetas: seguirán cocinándose en el horno.
Elige Reblochon producido en la finca: Su sabor es más intenso y su textura se deshace más en la boca.
Utilice vino blanco de Saboya para mantener el sabor regional.
Para hornear a última hora: Para obtener un queso bien dorado y fibroso.
Servir inmediatamente: El queso debe permanecer derretido y caliente.