1/2 taza de mantequilla derretida: La mantequilla actúa como aglutinante para las migas de galletas, creando una base firme y sabrosa que sostiene el relleno cremoso.
Para el relleno de la tarta de queso: 2 tazas de queso crema a temperatura ambiente: El queso crema es el ingrediente principal que le da al cheesecake su textura característica. Debe estar a temperatura ambiente para facilitar el batido y evitar la formación de grumos.
1 taza de azúcar granulada: endulza el relleno y ayuda a crear su textura cremosa característica. La cantidad se puede ajustar al gusto personal y al dulzor de la piña.
1 cucharadita de extracto de vainilla: La vainilla realza todos los sabores del postre y aporta una nota aromática que combina perfectamente tanto con el queso como con la piña.
2 tazas de piña triturada, bien escurrida: La piña debe estar bien escurrida para evitar que el cheesecake quede demasiado líquido. Su acidez natural equilibra la riqueza del queso crema.
240 ml de crema de batir: Esto le da al relleno una textura ligera y aireada, creando un contraste perfecto con la densidad del queso crema.
60 ml de azúcar glas: se utiliza para endulzar y estabilizar la crema batida, ayudando a mantener la textura esponjosa del postre.
Preparación Paso 1: Preparar la base Comenzamos desmenuzando las galletas hasta obtener una consistencia completamente desmenuzada.
Una consistencia arenosa y uniforme. Para obtener mejores resultados, use un procesador de alimentos, pulsando varias veces hasta lograr la consistencia deseada. Si no tiene procesador de alimentos, coloque las galletas en una bolsa de plástico resistente y tritúrelas con un rodillo, aplicando presión uniforme hasta obtener migas finas.
En un tazón mediano, combine las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Revuelva suavemente con una cuchara de madera hasta que la mezcla adquiera una textura arenosa y húmeda. La consistencia debe ser similar a la de la arena de playa húmeda, que se compacta fácilmente al presionarla.