Paso 1: Pelar y cortar las patatas
Pela las papas y córtalas en trozos de 2,5 cm . Esto ayuda a que se cocinen uniformemente y absorban mejor el sabor.
Paso 2: Cocine las papas en leche y mantequilla (¡no en agua!)
En una olla grande, añade la leche, la nata para montar y la mantequilla .
Agrega el ajo (si lo usas), la sal y la nuez moscada . Remueve bien.
Coloca las patatas con cuidado en la olla. Asegúrate de que estén completamente sumergidas en la mezcla cremosa.
Baja el fuego a medio-bajo y deja que las patatas se cuezan a fuego lento durante unos 20-25 minutos , o hasta que estén tiernas.
¡ No dejes que la leche hierva! Mantén el fuego suave para evitar que se queme.
Paso 3: Triturar hasta obtener la perfección
Una vez que las patatas estén blandas, utiliza una espumadera para transferirlas a un bol grande para mezclar.
Reserva un poco del líquido de cocción (aproximadamente ½ taza ), ya que lo utilizarás para ajustar la textura más adelante.
Tritura las papas usando:
Un machacador de papas (para una textura rústica y más gruesa)
Un prensador de papas (para papas extra suaves y esponjosas)
Mezcle lentamente la mezcla de leche y mantequilla reservada , poco a poco, hasta alcanzar la consistencia deseada.
Paso 4: Sazonar y servir
Agregue pimienta negra y ajuste la sal si es necesario.
Para darle más sabor, puedes agregar un poco más de mantequilla por encima y mezclarlo mientras las papas están calientes.
Decore con cebollino fresco o perejil para darle un toque de color y frescura.
¡ Sirve inmediatamente y disfruta del puré de papas más cremoso y sabroso de tu vida!