Quién no ha soñado con un ser querido fallecido en una noche especialmente emotiva? Un sueño tan vívido que jurarías haber conversado con él, haber intercambiado un contacto, una sonrisa. ¿Y si no fuera solo producto de nuestra imaginación? ¿Y si estos sueños nos revelaran más de lo que creemos? Este fenómeno, bastante común, es tan intrigante como reconfortante. Analicemos un tema que nos afecta a todos, tarde o temprano.
Cuando nuestros difuntos «regresan» en sueños
Según Patrick McNamara, profesor de neurología y psiquiatría en la Universidad de Boston, existe un nombre muy específico para estos sueños: «sueños de visita». Un nombre que lo dice todo. Él cree que este tipo de sueño ocurre cuando las personas en duelo sueñan con un ser querido fallecido, quien aparece vivo y coleando, a veces incluso mejor que antes.
Según la neurociencia, estas «visitas» no son sobrenaturales. En realidad, son una forma que tiene nuestro cerebro de afrontar una pérdida significativa, procesar el duelo y encontrar un camino hacia la paz interior.
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